Buahhh. Buenísimo. "Enter Sandman" es la leche, pero "The Unforgiven", "Wherever I May Roam", "Holier Than Thou" hacen de este disco algo inolvidable. Con el tiempo, algunos dicen que fue el comienzo de cierta decadencia (porque dejaban de sonar tan duros como el Master Of Puppets, Ride The Lightning o Kill 'Em All). Tonterías. El que se pierda este disco, se pierde algo enorme.
jueves, 27 de noviembre de 2008
Principios de los 90, ¡qué buenos tiempos!
domingo, 23 de noviembre de 2008
Me tengo que poner al día
Es que yo voy por rachas con la música. Y me explico. No es que haya temporadas en las que no escuche nada. No, siempre estoy escuchando algo (siempre).
Pero sí es verdad que hay temporadas en las que voy de descubrimiento en descubrimiento, o me dejan alguna cosa nueva o cualquier otra circunstancia, y se me van acumulando las cosas para escuchar.
La última vez hablé del concierto de Extremoduro. Pues con motivo de dicho concierto, tenía intención de haber escuchado todos sus discos, puesto que sólo conocía el último "La ley innata" y "Agila". Al final, por falta de tiempo y empeño, fui al concierto sin haber escuchado nada de sus otros discos (lo que no fue razón para no disfrutar de ese pedazo concierto). Así que todavía tengo los discos pendientes de escuchar.
R. me dijo en su momento que escuchara un disco de Mago de Oz, que era mucho mi estilo y que me iba a gustar mucho. Pues todavía lo tengo pendiente de escucha.
Conozco a Zakk Wylde (guitarrista conocido dentro del heavy) por su formación espontánea en el grupo Pride & Glory (por cierto, discazo imprescindible para aquellos que les guste el rock duro y los punteos alucinantes de guitarra). Sabía que también participaba en otros grupos tales como Ozzy Osbourne (no me llama mucho por el propio Ozzy y las tonterías que hacía en la tele americana) y Black Label Society. Este último grupo siempre me llamó la atención desde que lo conociera por la otra formación. Pues he conseguido los discos, pero, como podréis imaginar, todavía no los he podido escuchar.
También me habían dejado los dos discos de Extreme (concierto en el que también estuve recientemente). R. tuvo el detalle de grabarme el "III Sides To Every Story" y el "Waiting For The Punchline", pero todavía están metidos en mi iPod, esperando que les dé mi primera escucha.
Bufff. Y así podría seguir y seguir. Parece que soy un crítico de música, poniéndome una "presión" de querer escuchar tantas cosas. Pero es que en el fondo (bueno, y sin fondo), disfruto de descubrir nuevas cosas. Aunque también disfruto escuchando las cosas que ya conozco (últimamente me da por volver a AC/DC y Sam Roberts).
Espero que las cosas se tranquilicen un poco y vuelva a tener un poquito de tiempo para escuchar todas las cosas nuevas (y espero que buenas).
domingo, 16 de noviembre de 2008
Vaya, vaya, vaya
Cómo ya he llegado a reconocer alguna vez, no conozco mucho a Extremoduro. De hecho, me he enganchado a ellos a partir del último disco "La ley innata". Y aún así, iba al concierto, porque le apetecía muchísimo a mi novia. Y como a mi no se me tarda en convencer para ir a un concierto, pues ahí que fui.
Empezaré otra vez en el estilo de mi "crítica" al concierto de Bunbury... IM-PRE-SIO-NAN-TE. ¡Buff! Y la verdad es que daba igual que no conociera ni la mitad de las canciones que tocaron.
Lo más que me ha llegado a impactar de este concierto es que, después de haber ido a unos cuantos conciertos en mi vida, hacía muchííííííííííííííííííííííííííííísimo tiempo que no veía algo así (quizá Pearl Jam y AC/DC en el Palacio de Deportes). La pista a rebosar. Las gradas llenísimas. La gente cantando como locos (literalmente, como locos). No había persona que no estuviera meneando la cabeza, saltando de arriba a abajo y de abajo a arriba, menenando los brazos, fumando porros, bebiendo cerveza y, sobre todo, cantando cada una de las letras de cada una de las canciones del concierto. Con algo así, te tiene que enganchar el concierto. Da igual que no seas fan número uno. Si eso que pasó anoche no te contagia y te emociona, es que estás muerto.
El concierto en si, impresionante (una vez más, no se me ocurre otro calificativo mejor). El sonido buenísimo, aunque creo que por nuestra ubicación en la grada, algún que otro punteo del guitarrista se nos perdió un poco por el camino. El batería es un monstruo de la naturaleza. El guitarrista no falló ni una sola nota. El bajo acompañaba perfectamente a todo. Y la voz... Bueno, la voz no era muy allá (es que a este hombre no hay quien le entienda en concierto). Pero sinceramente (y es sólo mi opinión), la voz es algo un poco prescindible en Extremoduro. Así que todo perfecto.
Comienza el concierto con toda la pista tapada por una lonas desde los focos hasta el suelo. Se apagan las luces. Suenan los primeros acordes de guitarra, acompañados de un ritmo pegadizo de batería. No hay voz. No hay músicos. Sólo música. Pasan los momentos y de repente se intuye a Robe Iniesta aparecer detrás de las lonas. Éstas caen de golpe y empieza a sonar, atronadoramente, "Deltoya".
De ahí, fue un no parar durante dos horas y pico de concierto "neto". Digo neto, porque, aunque este hombre siempre lo haya hecho (según me han contado), hay que descontar un descanso de 15 minutos que hizo a mitad de concierto. La verdad es que no es la primera vez que vivo una cosa así (ya me pasó con Mötley Crüe en Leganés), pero pienso que es una forma horrible de estropearte el subidón que sientes al disfrutar de la música. Sobre todo cuando la última canción de la primera parte es "So payaso", con un solo de guitarra inconmensurable... Pero este grupo es capaz de sacarte nuevamente del letargo del descanso.
A las 12.45 estabamos acabando el concierto. Durante la última canción, todos los técnicos de luz, sonido, seguridad, etc. del grupo, estaban subidos sobre el escenario con el grupo para festejar el fin de gira. Se les veía contentos y satisfechos. Desde luego, si todos los conciertos han sido como el de ayer, no veo razones para impedir que lo festejaran con cerveza, champán y quién sabe qué cosas más....
¡Conciertazo!
P.D.: Le dedico este post a R., que ayer estuvo conmigo viviendo esos momentos que se quedan en la retina... Menos mal que te convencí para que te vinieras...
domingo, 2 de noviembre de 2008
Pequeña rectificación
Han pasado algunas semanas y tengo que decir que he cambiado un poco de opinión. Sigo pensando todo lo que escribo, salvo por el hecho de que el disco es mejor en su conjunto de lo que me había parecido en su momento.
Debe ser que me he acostumbrado un poco a la nueva "fórmula" de algunas de sus canciones, pero cada vez se me hacen más cortas las 15 canciones del disco (signo indudable de que disfruto mucho con el disco en general).
Por ello, creo que era de recibo por mi parte reconocer que el disco me gusta mucho más de lo que quizá había transmitido en esa primera entrada.
sábado, 1 de noviembre de 2008
Vuelven los extremos
jueves, 30 de octubre de 2008
Reuniones de viejos grupos y otras historias
Bueno, pues ahora resulta que voy a hablar de Extreme, que ha pasado por exactamente lo mismo. Después de una época más o menos buena a principios de los noventa (sobre todo con la archifamosa “More Than Words”), el grupo se separó. No conozco muy bien las razones de su ruptura (tampoco de su reunión actual), pero es que aquí pretendía hablar de su disco nuevo y no de la historia biográfica.
“Saudades de Rock” me parece un disco de rock redondo. Nuno Bettencourt (guitarrista del grupo) siempre ha sido un guitarra fuera de lo habitual. Mucho punteo en sus canciones y nada de tocar únicamente acordes en las canciones. Eso ya lo hace especial. El cantante Gary Cherone me gusta. Ya me gustó en su participación en uno de los últimos discos de Van Halen “Van Halen III”, antes que Eddie empezara con sus múltiples problemas de adicción a todo y ya no sacaran más discos. Batería (Kevin Figueiredo) y bajo (Pat Badger) completan el cuadro habitual de una banda de rock clásica que cumple con nota alta en este disco.
Para quien no los conozca, este disco es buen motivo para empezar a hacerlo. Estoy seguro que canciones como “Star”, “Comfortably Dumb”, “Learn To Love” o “Peace (Saudade)” te engancharán y harán que tengas ganas de escuchar más. En ese caso, te quedarán todavía 9 canciones más para disfrutar. Desde luego, yo ya los conocía, pero me han dejado con ganas de verles este viernes que viene en la Riviera. Ya os contaré el directo de mañana.
martes, 28 de octubre de 2008
Vuelve lo de antaño
“Como la coca-cola, Michael Jordan o el chocolate, AC/DC le gusta a todo el mundo. Los heavies llevan más de tres décadas tratando de acopiarse de algo que no les pertenece, mientras que los modernos llevan casi el mismo tiempo poniendo pegas a algo que no las tiene. La más recurrente, decir que te gustaban más los AC/DC de antes, algo que, teniendo en cuenta que la banda casi escribe siempre la misma canción, es casi un oxímoron. AC/DC jamás serán modernos, pero la modernidad sí puede ser AC/DC. Las 400.000 descargas ilegales que lleva el disco lo confirman. Con la mitad de las bailarinas de strip-tease ya practicando con la barra fija y Big Jack y la mitad de los treintañeros llamando a ex compañeros de colegio para recuperar la copia de Back In Black que les prestaron, sólo nos queda felicitarnos ante este inspirado disco”. (3,5 sobre 5).
En mi caso, estoy de acuerdo en que la coca-cola y el chocolate gustan a (casi) todos (conozco a algunos que no cumplen con esta condición… y sobre Michael Jordan, prefiero abstenerme porque soy más de fútbol), pero no estoy tan de acuerdo con que AC/DC guste a todo el mundo. Es decir, ahora puede que gusten más que antes (y eso que también estoy de acuerdo en que llevan escribiendo casi la misma canción siempre), pero eso no siempre ha sido así. Vamos, recuerdo yo mis años más mozos (sigo estando en años mozos, de ahí la especificación del más), donde se me miraba con cara “rara” por decir que me gustaba AC/DC. Claro que aquellos que lo hacían también disfrutaban del himno “Highway To Hell”, pero parecían no concebir que te pudieran gustar el resto de las canciones. Pero parece que ahora todo el mundo se haya puesto de acuerdo en disfrutar de este grupazo. Y no termino de entender mucho ese cambio de opinión y/o gusto, porque ahora suenan igual que lo que sonaban antes.
Tampoco estoy de acuerdo con la opinión de que no tiene sentido decir que te gustaban más los AC/DC de antes que los de ahora. En mi caso, soy fan acérrimo y me gusta TODO lo que hacen. Pero reconozco que escucho con mucho más gozo los discos publicados entre ese gran “Let There Be Rock” y el “For Those About To Rock (We Salute You)” (aun habiendo un cambio forzoso de cantante de por medio). Los discos actuales están muy bien. Siempre acabo cantando, moviendo la cabeza de arriba para abajo (y otra vez de abajo para arriba) y haciendo ademán de simular una guitarra eléctrica “aérea” (esa que nos hemos imaginado todos, emulando a Angus Young en sus solos eléctricos). Pero tengo más predilección por los discos antiguos.
Entonces, ¿qué pasa con “Black Ice”? Pues hombre. Personalmente, yo no necesitaba más reclamo para comprar el disco que el hecho de saber de que AC/DC sacaban disco. Para mi es suficiente. No necesito escuchar antes nada por internet, que me convenzan las críticas si el disco es bueno o no, etc. El primer día que sale disco de ellos, ahí que estoy en cualquier tienda comprándomelo (desde luego, yo no me lo he descargado ilegalmente).
Es el disco más largo que hayan sacado nunca, con un total de 15 canciones. Suenan potentes, como siempre. La voz del cantante sigue estando bien (teniendo en cuenta que con el paso del tiempo no puede tener la misma energía que cuando el “Back In Black” y siguientes). Los solos de Angus siguen enganchando. Pero el disco suena un pelín distinto (por lo menos, a mi me lo parece). El bajo y la batería tienen un poco más de protagonismo, en el sentido de que tienen más repercusión a la hora de mantener el ritmo de las canciones (antes eran más monótonos a la hora de tocar). No digo que sea ni bueno ni malo, pero a mí me llama la atención. Desde luego, hay canciones que me recuerdan más a otros grupos que al propio sonido de AC/DC, por ejemplo “Skies On Fire”, “Anything Goes” o “Rock ‘N’ Roll Dream” (gran canción esta última, por cierto).
Pero luego están esas canciones clásicas como “Rock ‘N’ Roll Train”, “Big Jack” o “Black Ice”, que son AC/DC al 100%. Seguramente estas canciones pasen un poco sin pena ni gloria por su gira mundial, puesto que el público reclama los grandes clásicos y ellos prefieren tocar las archifamosas “Hells Bells”, “Highway To Hell”, “Whole Lotta Rosie”, etc. Si es que con el repertorio de canciones que tienen, ¿qué clásico quitar para tocar una canción nueva? Para dar cabida a todo, tendrían que tocar conciertos de 3 horas o más, y eso, no va a ocurrir.
Para finalizar, decir que el disco me gusta (¿cómo no me va a gustar? ¡Es AC/DC!). Quizá no me resulte tan redondo como otros discos suyos, pero siempre gusta recibir cosas nuevas de estos hermanos australianos (sobre todo tras tener que esperar 8 años desde el “Stiff Upper Lip”). Por favor, que no tarden otra vez tanto en sacar disco.
Como siempre, destaco algunas canciones del disco: “Rock ‘N’ Roll Train”, “Black Ice”, “Rock ‘N’ Roll Dream”, “Money Made” y “She Likes Rock ‘N’ Roll”.
lunes, 27 de octubre de 2008
Bunbury o cómo ver a un divo sobre un escenario
Quedé con unos amigos antes del concierto para picar algo y luego meternos en el Palacio para coger sitio. Tuve ocasión de conocer (¡por fín!) a M., novia de R. Compañero de trabajo y de fatigas varias, había empezado a salir desde hace tiempo con M., pero las circunstancias no habían permitido que nos conociéramos. Una mujer muy maja y me he llevado muy buen impresión. Ahora hace falta que nos veamos más.
Pero volvamos al tema de la música. Después de los pinchos, nos metimos en el Palacio. Teníamos entrada en la grada de la calle Goya (frente al escenario). Quedaba más de una hora para que comenzara el concierto y ya no había manera de conseguir asiento en las primeras filas (cosa que sí conseguimos en el concierto de Muse). Así que cogimos lo que pudimos en la mitad de la grada. El escenario se veía bien, aunque quedaba un pelín alejado. El consuelo estaba en que íbamos a oir el concierto muy bien, porque estábamos situados (a cierta distancia) detrás de la mesa de mezcla, sitio mejor para cualquier concierto porque siempre vas a oir lo mismo que los técnicos de sonido. Ya solo quedaba esperar. Esta se hizo amena, porque aparte de charlar, tuvimos ocasión de ver pasar de cerca a Pereza, a Jaime Urrutia y algún famosillo más.
Y por fin, se hizo la oscuridad y comenzó el concierto. ¡Impresionante! Puedo prometer que el sonido de este concierto fue insuperable. Dudo que haya oído nada mejor en ninguno de los conciertos que he estado (y he estado en bastantes). Bueno, algunos artistas estaban muy bien (Eric Clapton, AC/DC, etc.), pero es que con todos los aparatos que traen estos grupos, lo menos que se les puede pedir es que suenen bien. Durante todo el concierto (que duró la solera de 2 horas 40 minutos), no hubo ningún fallo de sonido, ningún acoplamiento de instrumentos, ninguna rotura de cuerda de guitarra, ningún gallo del cantante, etc. De verdad, ¡impresionante!
No pude cantar en muchísimas canciones que tocó, porque no las conocía muy bien. Pero estaban todas magistralmente interpretadas. Acompañadas, como no, del divo Bunbury, que se come el escenario con cualquier gesto o movimiento. Este tío ha nacido para estar frente al público y cantar. Y disfruta como un enano. Además, en mi opinión, es la mejor voz del panorama musical español (Auserón canta también muy bien, pero este aragonés es impresionante [repito calificativos, pero es que fue impresionante]).
Y así fue el concierto. Una canción rockera detrás de otra. Entremezclando una parte más “tradicional” de Bunbury (tocando canciones en un estilo cabaret), pero todas las canciones “derrochaban” guitarras por todos los costados. Se respiraba rock por todas las esquinas. La gente se volvía loca con “El club de los imposibles”, “El extranjero”, “Bujías para el dolor”, “Me calaste hondo” y “El rescate”.
A la hora y cuarenta, Bunbury termina por primera vez y se va del escenario. Todo el mundo sabe que va a volver. Es natural que hay bis. Pero no un bis que dure media hora más. Nos vamos a un concierto de dos horas diez. Se vuelve a ir. La gente insiste, pero a los que estamos acostumbrados a conciertos, miramos con recelo al techo para ver si se encienden las luces generales del recinto. No pasa nada. Bunbury volverá. Y así es. Otro bis.
Tres canciones más y parece que no se cansa. Se despide nuevamente durante la interpretación de la última canción. La gente da por sentado que ésta es la refinitiva. Según los músicos dejan los instrumentos, Bunbury empieza a hablar que si debería dejarlo ahora para no “cagar” el concierto, pero quiere hacer un experimento, tocando alguna canción lenta más. El experimento se convierte en dos canciones de aúpa.
Ya está. Dos horas y cuarenta minutos después, todo se ha acabado. Todo el mundo sale con una felicidad suprema del recinto. Hemos experimentado un conciertazo. Y para servidor, que iba un poco a la expectativa de dejarse sorprender, no puede hacer otra cosa que quitarse el sombrero ante este artista y decir que ha ganado aún más (incluso después del último disco) a un fan en Madrid.
domingo, 19 de octubre de 2008
¡Qué raros son los domingos!
Y más cuando me he pasado todo el fin de semana trabajando a destajo... Pero siempre que trabajo (y no sólo cuando trabajo), me acompaña la música de fondo... Y con tantas horas invertidas este fin de semana, he escuchado de todo. Rock, heavy, cantautor, acústicos, directos, etc.
Y en esto, cuando uno tiene que despejarse durante unos segundos para poder volver a emprender las tareas con energía renovada, empecé a hacerme un mix. Visto el resultado, no tengo ni idea de dónde he sacado el criterio para seleccionar las canciones, pero tengo clarísimo que es un mix muy loco, porque mezclo todo tipo de estilos y ritmos... Poco tendrán que ver Alanis Morissette y Pearl Jam o Rod Stewart con Placebo.
En cualquier caso, emplazo a quienes puedan tener estos grupos, que se hagan el mismo mix y luego me digan si les gusta o no. Desde luego, es perfecto para pasar uno de esos domingos tirado en el sofa, ver cómo fuera de casa hace frío (incluso puede llover) y tu estar holgaceando como un campeón... ¡Qué raros son los domingos!
Mix de locura:
1. My Melancholy Blues - Queen (News Of The World [1977])
2. They Can't Take That Away From Me - Rod Stewart (It Had To Be You... The Great American Songbook [2002])
3. Man Of The Hour - Pearl Jam (BSO Big Fish [2003])
4. Human After All - Brother Cane (Wishpool [1998])
5. The Feeling's Gone - Richie Kotzen (Break It All Down [2000])
6. Proudest Monkey - Dave Matthews Band (Crash [1996])
7. Without You I'm Nothing - Placebo (Without You I'm Nothing [1998])
8. Is This The Best It Gets - Budapest (Too Blind To Hear [2002])
9. We Used To Vacation - Cold War Kids (Robbers & Cowards [2006])
10. Numb - Ben Lee (Ripe [2007])
11. When I'm Down - Chris Cornell (Euphoria Morning [1999])
12. Uninvited - Alanis Morissette (BSO City Of Angels [1998])
13. Lazing On A Sunday Afternoon - Queen (A Night At The Opera [1975])
martes, 14 de octubre de 2008
Por fin, por fin
¡Qué pasada, qué gozada, qué impresionante, qué increíble....! Y así hasta las siguientes cuatro páginas si hace falta.
Hombre, exageraría si dijese que todavía me tronan un poco los oídos del volumen del conciertazo en Madrid con su gira del Stiff Upper Lip, pero ¡qué buen recuerdo guardo de todo aquello! Creo que nunca he disfrutado tanto con un concierto como con este... Mi grupo preferido, en mi ciudad, con uno de mis mejores amigos... Insuperable...
Vamos, que ya me veo haciendo próximamente un mix de canciones de AC/DC, tratando de adivinar qué tocarán en su concierto del 2 de abril. Normalmente hay muchísimas que nunca fallan, pero veo que últimamente metían siempre alguna sorpresita inesperada, y eso se agradece... En cualquier caso, esta noticia, me ha dado pie para escribir sobre mis canciones preferidas de este grupazo de rock. Y no, tranquilos. No voy a enumerar TODA su discografía completa, aunque sí diré alguna canción (o varias) de cada disco (me dejo adrede los directos y el "Who Made Who", más recopilatorio que disco propiamente dicho). Por cierto, el orden de las canciones no es por preferencia, sino por orden alfabético de los discos.
Disco Back In Black (1980)
Hells Bells
Back In Black
Disco Ballbreaker (1995)
Boogie Man
Ballbreaker
Disco Blow Up Your Video (1988)
This Means War
Disco Dirty Deeds Done Dirt Cheap (1976)
Rocker
Ride On
Disco Flick Of The Switch (1983)
Landslide
Disco Fly On The Wall (1985)
Send For The Man
Disco For Those About To Rock (We Salute You) (1981)
Inject The Venom
C.O.D.
Disco High Voltage (1976)
The Jack
High Voltage
Disco Highway To Hell (1979)
Highway To Hell
Beating Around The Bush
Shot Down In Flames
Disco Let There Be Rock (1977)
Let There Be Rock
Bad Boy Boogie
Whole Lotta Rosie
Disco Powerage (1978)
Riff Raff
Down Payment Blues
Gone Shootin'
Disco Stiff Upper Lip (2000)
Stiff Upper Lip
Safe In New York City
Disco The Razor's Edge (1990)
Fire Your Guns
Moneytalks
The Razor's Edge
Disco '74 Jailbreak (1984)
Jailbreak
Otras canciones
Big Gun
R.I.P. (Rock In Peace)
domingo, 12 de octubre de 2008
Estrenos, y más estrenos
- Tired Of You
- Talk To Me
- Too Drunk...
- Inminent Bail Out
- Cream
sábado, 11 de octubre de 2008
Este año en Zaragoza no sólo hay expo del agua
Que un tío como yo, declarante de ser amante de la música, haya estado diciendo hasta ahora que no le gustaba Bunbury, es un delito... Sí, ese artistazo "mañico" que cantaba antes para las Heróes del Silencio, y que desde que toca solo, hace un disco mejor que otro.
Bueno, pues corregir es de sabios (o eso al menos dicen, porque yo no me considero sabio para ná). Con "Hellville De Luxe" este hombre me ha ganado. Es cierto que ya había escuchado algunos discos anteriores suyos ("Flamingos" y "Viaje a ninguna parte" o "Pequeño"), pero salvo algunas canciones EXTRAORDINARIAS (que dijera que no me gustaba no quitaba para que ciertas canciones sean muuuuuuuy buenas), no me terminaba de enganchar. Pero esto va a cambiar.
También es cierto que con el paso del tiempo ya no me cierro tanto sólo en el rock, hard rock, grunge y tendencias equivalentes y me dejo seducir por "el lado oscuro" (es decir, todo el resto de músicas). Y debido a esto, he podido descubrir que el último disco de Bunbury es magistral.
Para aquellos que ya les gustaba (o sea, todos menos yo y algún "pringao" más), el disco les seguirá gustando como los antecesores, aunque cabe destacar que en la primera mitad y un poquito más del disco, ha sacado su vena más rockera y ha escrito algunas canciones antológicas (¿quizá por eso me guste mucho este disco?). Sin embargo, tiene canciones que recuerdan esa fusión de géneros de sus discos anteriores y que hará las delicias de sus seguidores (reconozco que a mí también me han gustado).
La verdad es que ahora tengo mucha suerte, porque el jueves 24 iré a ver su concierto en el Palacio de Deportes de Madrid. En un principio compré las entradas por compromiso (mi novia quería ir, y quería acompañada, claro), pero ahora tengo la suerte de poder disfrutar este evento en toda regla, porque, por fin, me he espabilado...
Mis favoritas del disco, aunque como con Metallica, no debería sobresaltar ninguna sobre otra. De todas formas, ahí van:
- El hombre delgado que no flaqueará jamás
- Bujías para el dolor
- Si no fuera por ti
- Doscientos huesos y un collar de calaveras
- Irremediablemente cruel